Luego de estampar la continuidad de su entrenador Carlos Romano, Peñarol empezó a desempolvar un mercado adormecido por la inactividad del Covid 19 y por la pandemia económica que se produjo en el país. El Negro primero se fijó en el ala-pivot Rodrigo Acuña y ahora fue en busca de un base que dirigió en Atenas de Córdoba: Diego Gerbaudo.
El oriundo de James Craik, de último paso por Puerto Montt, de Chile, tuvo un dóping positivo producido por beber un té de coca. Eso lo sacó del equipo norteño y lo hizo recalar en el básquet chileno. Ahora tendrá la revancha en la Liga Nacional.
Peñarol no descarta contratar jugadores extranjeros en el caso que la divisa estadounidense no se dispare, sabiendo que habrá un mercado de jugadores foráneos «deprimido» y eso puedo favorecer futuras contrataciones.
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